La seguridad se expende en máquinas

La ley de prevención de riesgos laborales obliga a las empresas a poner a disposición de sus trabajadores, de forma accesible, los equipos de protección que requiera su puesto (cascos, guantes, gafas, botas, mascarillas...), así como a llevar un registro de los elementos utilizados. En muchas empresas, esto se ha traducido en una persona (en numerosas ocasiones el encargado de planta u obra, según sea una empresa industrial, de servicios o de la construcción) dedicada al reparto de material, armada con papel y bolígrafo apuntando qué coge cada uno y si lo devuelve o no. En los peores casos, se limita a una caja, arcón, armario o almacén de donde cada trabajador coge lo que necesita y, si se acuerda, lo apunta. Algunos empresarios ingeniosos recurrieron a las máquinas expendedoras, sustituyendo las latas de refrescos y los sandwiches por guantes y mascarillas. El irundarra Manuel Arregui, que trabajaba en Sevilla en el departamento de I+D de Iturri, un destacado fabricante de equipos de...