Maquina de Vending de venta de Leche fresca de Dia.
El invento, que ha causado furor en países como Italia o Suiza, funciona con monedas, como las máquinas de 'vending' habituales en oficinas, hospitales o centros escolares. «El usuario coloca la botella -un poco inclinada para que no haga espuma-, mete el dinero, la llena y listo». Así de fácil. A pesar de la gran respuesta que se espera por parte de los vitorianos, resultará complicado que el depósito quede vacío pues tiene capacidad para 300 litros, que «se repondrán cada mañana después de retirar la leche del día anterior», indica Javier Salazar, uno de los diez productores que participan en este novedoso proyecto.
Sabor «de verdad»
Tomar leche fresca en casa -pero «pasteurizada», apostilla este ganadero de Kuartango- sin necesidad de crear un establo junto al salón todavía no tiene precio, aunque en ciudades como San Sebastián, donde se instaló el pasado mes de agosto, se cobra un euro por litro y 50 céntimos por la mitad. «El negocio tradicional no resulta rentable y hay que buscar nuevas formas de subsistir», comenta Salazar con la vista puesta en el exceso de intermediarios. «Intentamos sacar un poco de margen con el producto», dice. Pero ésta no es la única meta de la 'vaca mecánica'. Sus impulsores insisten en que el artilugio permitirá, además, que «la gente sepa cómo sabe la leche de verdad».
Y para que nadie se quede sin conocer ese gusto, la cooperativa Araba Esnea tiene pensado aprovechar la máquina hasta la última gota. Se espera que a lo largo de este año se coloque en otros puntos de la ciudad, como el centro comercial Gorbeia, y en diferentes pueblos de la provincia, como Murgia o Araia. «Tenemos que esperar a ver la respuesta del público, pero nos gustaría también envasarla para que se vendiera en panaderías», reconoce el ganadero. El único problema será ahora decidir si se acompaña la bebida con cacao, café o un puñado de cereales. Eso, ya, al gusto del consumidor.
Via: El Correo Digital
El invento, que ha causado furor en países como Italia o Suiza, funciona con monedas, como las máquinas de 'vending' habituales en oficinas, hospitales o centros escolares. «El usuario coloca la botella -un poco inclinada para que no haga espuma-, mete el dinero, la llena y listo». Así de fácil. A pesar de la gran respuesta que se espera por parte de los vitorianos, resultará complicado que el depósito quede vacío pues tiene capacidad para 300 litros, que «se repondrán cada mañana después de retirar la leche del día anterior», indica Javier Salazar, uno de los diez productores que participan en este novedoso proyecto. Sabor «de verdad»
Tomar leche fresca en casa -pero «pasteurizada», apostilla este ganadero de Kuartango- sin necesidad de crear un establo junto al salón todavía no tiene precio, aunque en ciudades como San Sebastián, donde se instaló el pasado mes de agosto, se cobra un euro por litro y 50 céntimos por la mitad. «El negocio tradicional no resulta rentable y hay que buscar nuevas formas de subsistir», comenta Salazar con la vista puesta en el exceso de intermediarios. «Intentamos sacar un poco de margen con el producto», dice. Pero ésta no es la única meta de la 'vaca mecánica'. Sus impulsores insisten en que el artilugio permitirá, además, que «la gente sepa cómo sabe la leche de verdad».
Y para que nadie se quede sin conocer ese gusto, la cooperativa Araba Esnea tiene pensado aprovechar la máquina hasta la última gota. Se espera que a lo largo de este año se coloque en otros puntos de la ciudad, como el centro comercial Gorbeia, y en diferentes pueblos de la provincia, como Murgia o Araia. «Tenemos que esperar a ver la respuesta del público, pero nos gustaría también envasarla para que se vendiera en panaderías», reconoce el ganadero. El único problema será ahora decidir si se acompaña la bebida con cacao, café o un puñado de cereales. Eso, ya, al gusto del consumidor.
Via: El Correo Digital
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